S. aureus es una de las causas más comunes de infecciones oculares en todo el mundo. Y se ha señalado como la causa más común de queratitis microbiana (QM), que es una infección de la córnea que pone en peligro la vista. La infección conjuntival (conjuntivitis) también suele estar causada por S. aureus. S. aureus también se observa con frecuencia en las reacciones inflamatorias adversas asociadas al uso de lentes de contacto.
Fuente: Afzal, M.; Vijay, A.K.; Stapleton, F.; Willcox, M.D.P. Susceptibility of Ocular Staphylococcus aureus to Antibiotics and Multipurpose Disinfecting Solutions. Antibiotics 2021, 10, 1203.
La intervención quirúrgica es el tratamiento más eficaz para la disminución de la visión causada por las cataratas. Aunque los procedimientos actuales para la cirugía de cataratas son seguros y eficaces, es bien sabido que pueden surgir varias complicaciones después de la cirugía. El edema macular cistoide (EMC) postoperatorio es una complicación bien conocida: la incidencia del EMC clínico tras la cirugía moderna de cataratas oscila entre 0,1 y 2,35 %. Las enfermedades preexistentes, como la diabetes mellitus y la uveítis, así como las complicaciones intraoperatorias, pueden aumentar el riesgo de ECM posquirúrgico.
Fuente: Kato, Kumiko et al.(2019). Management of Postoperative Inflammation and Dry Eye After Cataract Surgery. Cornea, 38(), S25–S33.
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