Más de 1700 millones de personas padecen enfermedades musculoesqueléticas en todo el mundo y hasta un tercio de las personas de todas las edades se ven afectadas en algún momento de su vida.
Las enfermedades reumáticas y musculoesqueléticas comprenden más de 200 afecciones dolorosas diferentes del aparato locomotor, que afectan sobre todo a las articulaciones, pero también a otros tejidos y órganos internos. Suelen estar causadas por problemas del sistema inmunitario y la inflamación o el deterioro gradual del aparato locomotor. Los síntomas más comunes son el dolor, la hinchazón y la rigidez, a menudo junto con la destrucción de las articulaciones o los huesos, la discapacidad y la pérdida de la capacidad laboral. Algunas de estas enfermedades surgen repentinamente y son de corta duración, pero muchas de ellas son de larga duración y empeoran con el tiempo. Las enfermedades reumáticas y musculoesqueléticas suponen la primera causa de discapacidad en el mundo. Otras consecuencias para los pacientes son el deterioro de la calidad de vida, que conduce a una jubilación anticipada, niveles más bajos de bienestar y menor capacidad de participación en la sociedad.
Fuente: WHO, Musculoskeletal health 2022
En 2019, los casos prevalentes de osteoartritis (OA) aumentaron a 527,81 millones en todo el mundo.
La osteoartritis es la causa más común de discapacidad en los adultos mayores. La osteoartritis (OA) es una enfermedad crónica de larga duración que se caracteriza por la degeneración y pérdida del cartílago articular, lo que provoca el roce de los huesos y genera rigidez, dolor y alteración del movimiento. La enfermedad afecta con mayor frecuencia a las articulaciones de las rodillas, las manos, los pies y la columna vertebral, y es relativamente frecuente en las articulaciones del hombro y la cadera. Si bien la OA está relacionada con el envejecimiento, también se asocia a diversos factores de riesgo, tales como la obesidad, la falta de ejercicio, las lesiones laborales y los traumatismos. El tratamiento de la OA busca aliviar el dolor y mejorar la funcionalidad mediante varias estrategias, que abarcan desde la fisioterapia a los dispositivos médicos, pasando por los fármacos y la cirugía.
Fuente: Long et al. Arthritis & Rheumatology, Vol. 74, No. 7, July 2022, DOI 10.1002/art.42089
El 30 % de las consultas musculoesqueléticas al médico de cabecera son por tendinopatías.
Los tendones conectan los músculos a los huesos, permitiendo el movimiento y resistiendo a cantidades significativas de tensión. Sin embargo, el uso excesivo crónico o a las actividades extenuantes, pueden dañar los tendones, dando lugar a tendinopatías caracterizadas por el dolor de los tendones y el deterioro del rendimiento. Si bien la tendinopatía puede producirse en cualquier tendón, es más frecuente en los hombros, los codos, las muñecas, las rodillas y los talones. Las tendinopatías afectan especialmente a la población activa, tanto a los deportistas como a personas que no practican deporte. Las tendinopatías pueden tardar hasta varios meses en curarse, lo que provoca importantes limitaciones en la vida diaria y las actividades laborales de los pacientes. El reposo y el tratamiento médico conservador o intervencionista pueden mejorar el pronóstico.
Fuente: Kelsey Lipman et al.; Drug Design, Development and Therapy 2018
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